sábado, 3 de diciembre de 2016

Ideas, centelleos y cierta vulgaridad.

Creo que con esta entrada quiero explicar a los pocos que me leen la razón de que mis entradas sean tan breves y quizá enrevesadas.

Y bien, lamento con cierto pesar, que esa bomba de relojería que tengo por cabeza ya estalló hace tiempo, dejando polvo. El polvo sé que se transformará en algo hermoso y fugaz, como esos cuerpos celestes que se atreven a pasar por los ojos de unos pocos infelices afortunados que no tienen otra cosa que hacer que alzar la vista al cielo buscando cualquier banalidad como la Luna o un poco de serenidad.
Las ideas y lo escurridizas que son; esto es una idea, esto que poco a poco se desvanece.
Esta idea la estoy viviendo y plasmando a medida que se va diluyendo, casualmente entre otros pensamientos más recurrentes y más mundanos.
Deseo fervientemente unas Perseidas que centelleen durante unos días avivando el polvo que queda y haciendo que se vuelva, de nuevo vivaz y caliente.
Y ya está, la idea ya se ha apagado entre mis obligaciones y la búsqueda de tener otros pensamientos más profundos, con más carne que desmenuzar. Me pueden las ansias de sentir vida.

miércoles, 20 de julio de 2016

¿Quién se enamoró de una paloma?

No hay nadie que busque realmente a esa paloma que nos lleva lejos de 1984. Se nos presenta en la noche desvelada, posándose en el alféizar de la ventana y nosotros, temerosos, la asustamos. Tememos que nos traiga enfermedades, tememos que entre en nuestra habitación y tire por los suelos lo que hemos creado... ¿Quién se va a enamorar de semejante pájaro? ¿Y si esa paloma se transforma en un oscuro aguilucho?
En definitiva, si esa paloma fuera el cambio... ¿Quién la iba a querer?
Más allá de ser algo buscado por todos es temido por muchos. ¿Quién la iba a querer?
Hacinados en el sofá la observamos con cierto recelo y esperamos a que algún día se lastime para hacerla nuestra y meterla con nosotros, en la jaula de cristal.

domingo, 13 de marzo de 2016

Lo que encontré en la soledad.

El cielo roza el color vino.

No tengo musas, tengo drogas, delicias que consigo en la calle del Desengaño. Me emborraché en ella por primera vez y desde entonces no me canso de pisar sus charcos donde la luz de la luna refleja; distorsionando. Me gusta cuando la realidad se desfigura y se colapsa de sensaciones, entonces es el momento en el que el Mundo deja de ser Mundo, porque me fundo en él, lo devoro y todo queda sumido en mi vacío, vacío que no deja de ser onírico, como las pesadillas de Cronos, caníbal.
...
Lo que encontré en la soledad fue la carencia de sentido. Absurdo. La soledad forma parte de la vida.

domingo, 24 de enero de 2016

L'orca.

El puñal imbatible de un fantasma del pasado que atentaba en sus noches.
El mar clama por su querer, reclama la vida valiosa del alma joven que retoza en la orilla, todavía inefable; alegría azul*, que se baña en una moneda de plata, jubilosa y que el vaivén infinito , eterno de las olas no le asusta, a pesar de que ruja un réquiem sempiterno e inaudito todavía para la náyade que retoza en la orilla, que besa las olas fieras, burlándose del abismo cada vez más cercano.

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*"Afuera y adentro: el inmenso azul" (capítulo 10, página 69 en este pdf: http://bibliotecadigital.tamaulipas.gob.mx/archivos/descargas/f029d4dfea4c9289d1c2969bb08d1851023eb72e.pdf  ) Por Roger Bartra.

lunes, 5 de octubre de 2015

Divagaciones en la noche.

Son las 2 de la mañana, la oscuridad de la noche te inunda tu habitación, cierras los ojos, no puedes dormir, aprietas más los párpados uno contra otro y ves las luces que se mueven creando formas que recuerdan al arte psicodélico, te deleitas, esto te recuerda una vez más tu existencia ya que las células de tu retina se estimulan con la presión. Ahora tus pensamientos huyen de uno en concreto, el más oscuro, el que es obvio que tarde o temprano sucederá; te vas a morir. Cierto nerviosismo invade tu cuerpo, todo lo que pienses va a ser tragado por la muerte, todo irá parar al desguace de la muerte, tus pensamientos van a parar a ese agujero negro.

Tu existencia, mi existencia, la existencia humana es inútil, el pasado persigue al presente, y cada segundo se desvanece entre tus dedos, todo lo que hagas va a desaparecer a cada segundo que pase y tan sólo se conservará el recuerdo.
Mañana te despertarás con 50 años, pasado mañana estarás muerto; el vacío te invade, y aunque este vacío que te llena es como imaginas que es estar muerto, no, no es así, tus funciones vitales siguen en marcha, tus sentidos siguen reconociendo el exterior, sin embargo, cuando estés en tu cajita de la vida eterna, cuando seas polvo, no sentirás, no pensarás, no existirás...

...
Esto, esto así, todas las noches, día tras día, en cada momento, todo es relacionado con tu futuro, ese futuro vacío, inimaginable, impensable, del que no hay retorno.

Mi condición hace que tenga que aceptar este vacío, como persona, con mi no-creencia, no puedo evitarlo, tengo miedo.

viernes, 25 de septiembre de 2015

La puta mierda más grande que se me ocurre un viernes a las 2:07 de la mañana mientras me cago en vuestras vísceras.

"Lo siento, lo siento mucho, lo siento tanto, por favor, perdóname, no volverá a pasar nunca más", no dejabas de repetir esas palabras "no te alejes de mi lado, por favor, perdón", me abrazaste, no te aparté.

Nos pedíamos perdón con las palabras, con las miradas, dentro de todo lo posible, no sabíamos tampoco que era lo que estaba pasando y qué nos había llevado ahí, no había sido lo que comúnmente se conoce como amor, no, que va, eso hubiera sido una pérdida de integridad, habían sido las palabras, a veces no sabemos qué estamos diciendo; mis palabras, las palabras que vomito, que son simultáneas y no han sido procesadas, dime, ¿Cuánto daño te he hecho con ellas? ¿Qué es lo que nunca debería haber pronunciado? Las palabras no han servido para nada, todo era puta charlatanería, todo es culpa mía.

Perdón, repetíamos constantemente, tu cuerpo vibraba y temblaba, dime, ¿Qué es lo que te he dicho que te ha llevado a esto? 

¿Por qué pedir perdón? No, no, eso ya no sirve, nada de lo que podamos decir servirá para que esto se arregle, ni siquiera tenemos ganas de arreglar nada, las palabras duelen, ¿Sabes? No puedo soportar tu presencia, me envuelve y me aísla de todo lo que me rodea, a veces tengo miedo de las mentiras que pueden salir de tu boca.

Eran las 3 de la tarde cuando, bajo el sol, nos despedimos, ¿Qué fue lo que dijiste?

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Un pequeño honor.

A riesgo de ser breve, me temo que con este pequeño fragmento intento o intenté (lleva más de 6 meses siendo un simple borrador) plasmar a todas esas personas, que fueron, son y serán, camellos*, camellos de carga, que dejan de ser libres por y para los demás, no se dan al  "yo quiero", pues su voluntad ha sido fulminada y hecha polvo, con x circunstancias. Es triste, es triste que tu vida sea la vida de los demás, que tu egoísmo sea nulo y que acabes siendo vacío/a cómo la tumba dónde te vas a encontrar en un futuro próximo, o lejano. No es nada del otro mundo, no obstante es un pequeño recordatorio y un intento de darles un "honor", que se valoren, y que empiecen a ser "un yo quiero" en lugar de un "ya lo hago yo".
*Alusión a Nietzsche en "Así habló Zaratustra".
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Estaba comenzando a desintegrarse.
Cada vez que daba un poco de si por el resto, dejaba de ser ella, poco a poco.
Salía, comía, trabajaba, estudiaba, para el resto de las personas.
Hasta que, llegó el día en el que, empezó a sacrificar su cuerpo y su mente.

Poco a poco, aún sabiendo que se estaba evaporando, seguía ayudando a la gente buscandose una utilidad a sí misma.
Y así, fue cuando un día acabó por no pertencerse a sí misma y a carecer de voluntad alguna, ese día dejó de vivir. Y de sentir y de pensar.